Si esto es la vida,
tus puños rabiosos
cada vez más débiles,
arena en mi pecho si no es capaz
de doler la vida,
déjame explicarte
que lo que muerde el cemento,
lo que reniega de la inocencia,
la hoja templada en tus manos
y el peso de una mano en la puerta,
y el paso atrás del otro lado de la puerta,
el miedo en ambas bocas
y el amor, déjame explicarte...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario